Reseña honesta: La Vieja Familia de Eva García Sáenz de Urturi

La Vieja Familia, la primera entrega de La saga de los longevos, nos invita a descubrir un fascinante relato donde la historia y la ficción se entrelazan. Con una trama que viaja a través de los milenios, la novela nos presenta a los longevos, seres humanos que han vivido durante miles de años, testigos de los eventos más relevantes de la humanidad.

Portada de la reedición.

La historia sigue a Adriana, una joven prehistoriadora que comienza a trabajar en el Museo de Arqueología de Santander, sin sospechar que sus jefes, los hermanos Urko, Nagorno y Lyra, y el padre de ellos, Lür, esconden un secreto imposible: han vivido durante siglos. Mientras intenta desentrañar los misterios de esta familia inmortal, Adriana se verá envuelta en una red de secretos, traiciones y dilemas morales.

Uno de los mayores aciertos de la novela es su habilidad para mezclar el pasado y el presente, utilizando los recuerdos de los longevos como ventanas a épocas remotas. La autora consigue sumergir al lector en la vida de estos personajes, permitiendo sentir el peso del tiempo a través de sus experiencias y heridas emocionales. La ambientación histórica está cuidadosamente construida, ofreciendo un recorrido por diferentes culturas y momentos clave de la humanidad.

En cuanto a los personajes, cada uno de los longevos aporta una visión distinta sobre la inmortalidad. Mientras Lür, el patriarca de la familia, intenta mantener a todos unidos, Nagorno carga con el resentimiento y la rabia de su pasado. Urko, marcado por la culpa, lucha por encontrar redención, mientras que Lyra equilibra las tensiones familiares con su sabiduría y empatía. Por su parte, Adriana actúa como un puente entre el lector y este mundo oculto, enfrentando con valentía las verdades que salen a la luz.

Tiene puntos en los que la trama se vuelve un poco inestable ya que no llega a explicar cómo es posible que ciertos personajes sean capaces de curarse heridas mortales, y sin embargo arrastran problemas de fertilidad o daños permanentes en sus cuerpos. O cómo la relación entre Adriana y Urko se siente forzada en ciertos momentos y cómo el motivo de la vuelta de Adriana a Santander es olvidado al poco de comenzar la trama principal.

Sin embargo, la novela también plantea cuestionamientos profundos sobre la naturaleza humana. ¿Qué significa realmente vivir durante siglos? ¿Es posible mantener intacta la esencia de uno mismo a lo largo del tiempo? A través de sus personajes, La Vieja Familia reflexiona sobre el peso del pasado, el valor de las segundas oportunidades y la necesidad de enfrentar nuestras propias sombras.

Con un ritmo ágil, diálogos intensos y giros inesperados, Eva García Sáenz de Urturi logra mantener la intriga a lo largo de la narración. La historia avanza entre secretos familiares y conflictos personales, llevando al lector a cuestionarse si la inmortalidad es realmente un regalo o una condena.

En conclusión, La Vieja Familia es una obra que combina la emoción del thriller con la profundidad de la novela histórica. Con personajes complejos y una trama envolvente, esta primera entrega deja al lector con el deseo de seguir explorando los misterios de los longevos.

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