Con Novia, Ali Hazelwood aparca las batas de laboratorio para adentrarse en un mundo de vampiros y licántropos, demostrando que su estilo de romance contemporáneo puede adaptarse sorprendentemente bien a la fantasía urbana. Si buscas el toque Hazelwood pero con colmillos y garras, este libro cumple con creces.
Lo más destacado de la novela es cómo la ambientación mejora la fórmula habitual de la autora. Al introducir elementos de política entre especies, alianzas forzadas (un arranged marriage de manual) y una tensión ancestral, la historia gana un dinamismo que se siente renovado. Misery, nuestra protagonista vampira, tiene ese sarcasmo y esa inteligencia que amamos en las heroínas de Ali, pero el contexto fantástico le da una capa de peligro y misterio que hace que la lectura sea adictiva. Y la química entre Misery y Lowe (el alfa de los licántropos) es explosiva. El choque de culturas y la tensión de "enemigos a amantes" funciona a la perfección, haciendo que el libro se devore en apenas un par de sentadas.
Sin embargo, a pesar de los colmillos y la magia, tropezamos con la misma piedra de siempre. Aunque Misery es una mujer capaz e inteligente, la trama acaba cayendo en el cliché recurrente de la autora: en el clímax de la historia, es el hombre blanco heterosexual (en este caso, el interés romántico) quien tiene que intervenir para resolver los problemas fundamentales de la protagonista. Esta dependencia del "héroe salvador" le quita algo de fuerza al arco de Misery y nos devuelve a un esquema que Ali ha repetido en casi todos sus libros. Resulta un poco decepcionante que, incluso en un mundo de fantasía donde las reglas podrían ser diferentes, el desenlace dependa de este patrón tan tradicional.
Es una lectura divertidisima y refrescante dentro de la bibliografía de la autora. El toque de fantasía le sienta de maravilla, pero si esperas una ruptura con los roles de género típicos de sus novelas anteriores, aquí no la vas a encontrar.

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